Bienvenido

El principal problema con las ventanas, es que uno no tiene ingerencia sobre lo que hay del otro lado. Lo mismo se materializa una ciudad ruidosa, una campiña estéril, o un amanecer no requerido...Por eso construyo ventanas que pretenden ser mas originales que las cotidianas. Asómate y si te gusta, vuelve.

domingo, 15 de enero de 2012

Tiempo

                       -Egoísta, al grado de no admitir sinónimos-         

Transcurre
nos abraza, asfixia y anestesia.
Arroja una pluma a nuestra espalda cada día
hasta que el peso acumulado nos aplasta;
Eso es un ángel
un par de alas que se independizan
y dejan atrás nuestro cadáver.

Arrastra cosas y personas.
Intentan esquivarse, colisionan,
y nacen más cosas y nacen más personas;
Eso es el destino
un error de cálculo y espacio
en una corriente de átomos fluidos.

Nos expande y oprime
haciéndonos desear ser infinitos
o comprimirnos en otro eternamente;
Eso es el amor
la ilusión de un globo de hincharse para siempre
en medio de un pajar hecho de agujas.

Se promete y se cumple, autoritario
Esté o no esté su público de acuerdo.
Trascendemos en él, jamás a él;
Eso es la vida
el océano que nos escurre de las manos
irremediablemente.

Pienso en ti.

Todavía pienso en ti.
Así de trillado como las canciones en la radio
Y las frases desenlace de las pelis de amor.
Pretender que mi añoranza tenga algo de especial
Seria pretencioso y vulgar.
Pienso ti, punto.
No tanto para marcar tu número
Y recurrir a la ridiculez de “me acordé de ti…”
Por que voy caminando por la plaza donde tomábamos helado
Por que tu cumpleaños fue hace un mes y no tuve tiempo de marcarte
Por que mi semana ha ido fantástica,
y necesito compensarlo con lo punzocortante de tu voz.
No, no es para tanto.

Colisión

Bienvenido al error más necesario de tu vida
A probar la manzana que sólo has contemplado.
Extiéndele tu brazo a esta serpiente
Que hace mucho que tiene ganas de morderte.

Apaga esa candela que me estorba
Y sumérgete en las tinieblas de otra copa
Donde no es casualidad  tu cuerpo tan dispuesto
Ni yo le tengo que fingir indiferencia.

 Hoy se te terminaron los pretextos
Y entraste por tu propio pie a mi territorio
No pretendas salir victorioso con tu juego
Que voy a cimbrarte hasta que no queden ruinas de tus peros.

Atrévete a soplar sobre la flama
Que lamerá nuestros huesos hasta el polvo
A dejar que esta estampida contenida
Destruya del bien y del mal todas tus creencias.

La colisión de nuestros infiernos personales
Ha creado un paraíso de una noche
que tu boca y la mía son ángulo perfecto
para concilio de génesis y apocalipsis.

jueves, 12 de enero de 2012

He amado

                                               Somos flores de cerezo, y el viento decide nuestro tiempo.

He amado a dos hombres, o tres.
Hasta ahora, mi piel sigue siendo campo fértil
y mis manos son fuertes.
Todo sigue en su sitio
y estoy arañando eso a lo que le llaman plenitud.
Ese gravitatorio punto muerto
donde las dos inercias contrarias de la vida se conocen,
para luego dar paso
a un extraño sutil en el espejo
que cada día es un poco menos lo que somos
y la mujer y los hombres que yo he amado
se volverán recuerdos de sí mismos.
Hasta que un día, soltemos amarras de la vida
y lo que sea que le siga a nuestros cuerpos
rompa las aguas de la eternidad o de la nada.
Pero he amado
Y si al final eso se traduce en que perdura
la imagen de unos ojos, o el calor de una boca,
habrá bastado
para decir también que hemos vivido
y que no ha sido en vano.

lunes, 9 de enero de 2012

Año abstemio

Esconder bajo alfombra los pecados
!que nadie busque debajo de la cama!
que en la conciencia, así como en la casa
la mugre es más fácil ocultarla.

levantar la moral como estandarte
y prender los cuatro cirios del decoro
junto al burlón cadaver del deseo
que en el primer descuido se revive.

Apalancar el hambre de higos nuevos
y jurar no rendirnos al demonio
resignarnos a que ningún edén es infinito
más hay del uno al otro mucho infierno.

Poner nuestra mejor cara de inocencia
tragarnos los malos actos con las uvas
para que el año que llega no sospeche
del afilado colmillo que le aguarda.