Los “spots” del gobierno
y las televisoras
Las pinzas para que no se caiga la sonrisa
que cuelga de la raya.
Asesinaron al hijo de un poeta
¡Que escándalo!
Todas las madres que cuecen frijoles
son poetas
y también acribillan a sus hijos.
Este rictus convulso, apanicado
es el de mi país que ya no llora,
que espera secuestrado,
apretando los ojos y los labios
una tortura nueva que le inventen
para sacarle no sé que verdad,
no se que fecha, que escondite del oro;
¡Carajo, pero si el oro se lo llevaron hace mucho!
Mientras dicen “No importa, mañana te soltamos”
“Aquí no pasa nada”,
¡Te digo que sonrías!
Que es hora de la foto y el discurso.
Uno, cada que puede
tragándose las lágrimas y el nudo
le avienta una sonrisa de anónima empatía,
una discreta palmadita en el hombro
o le seca la sangre de los ojos
con una bandera sin escudo.
Más no podemos,
nos lo tienen prohibido
y ¡ay de aquel! que se atreva.
Los “spots” del gobierno
y las televisoras
Los centavos redondos
y los kilos de ayuda.
¿Me regala pa´ un taco?
Y su manita abierta
y la manota que le arrebata luego la moneda
y la moneda que nunca compró el taco.
y el taco que se olvidó con pegamento.
Se le puede enseñar a un perro a hacerse el muerto
a dar marometas y callarse,
pero no hay manera de enseñarle
a no ver ni escuchar.
Y luego las fosas del espanto,
las trincheras de nombres olvidados
donde aventamos flores y epitafios
Esperando ¡de verás! No tener que aventar
nunca un hermano, un hijo, o un amigo.
Los “spots” del gobierno
y las televisoras…
¿Y cuándo el espeso ruido de los muertos,
les llenará la boca de vergüenza?