Bienvenido

El principal problema con las ventanas, es que uno no tiene ingerencia sobre lo que hay del otro lado. Lo mismo se materializa una ciudad ruidosa, una campiña estéril, o un amanecer no requerido...Por eso construyo ventanas que pretenden ser mas originales que las cotidianas. Asómate y si te gusta, vuelve.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Dejarte ir


El problema no es que me mires de reojo;
esa manía ridícula de levantar la vista
en las esquinas de mis distracciones
pudiera intrascenderme,
si tus ojos no fueran el jardín favorito de la luz.

La estrechez andrógina en tus hombros
se me quedaría corta entre los dedos
y me sobraría para los dientes,
de no ser por el ángel amorfo y caprichoso
que te habita en la espalda,
y cuando quiere
Me fractura la calma con sus alas.

Ni tu presencia
borrosa y afilada
que aunque imita bastante bien tu ausencia
me curva la voluntad y las ideas,
hacia el barranco asesino del deseo.

Por eso dejarte ir es un abstracto
por que no tengo nada entre mis manos para poner tu nombre.
y los ángeles y la luz no admiten órdenes
y puede que a la larga, me acostumbre.

Virgencita

La edípica representación del trauma eterno
de una sociedad siempre violada por sus padres;
Violadas las indias por un cura que luego se persina,
violados los sueños y manos de los hombres
por un padre-gobierno exprimidor.

 Virgencita, madre, madrecita,
intercede ante nosotros, abogada
a cambio de nuestras rodillas descarnadas
y  jardines que se marchitan ante ti.

Coseremos mujeres asesinadas a tu manto
y un aborto tardío te sostendrá,
se fermentarán los ruegos en tu vientre
mientras te ofrendan golpizas resignadas.

¿Por cuantos ha pasado la idea de poseerte,
para transformarse después en la vergüenza?
¿Cuántas veces has tocado tu sexo censurado
en el silencio nocturno de la iglesia?

Nos miras con lástima piadosa
como diciendo “!Pobres!
que sólo le rezan a la conjunción de sus dolores
oprimida en madera, en yeso, en porcelana.

Si hecha carne pudieras bajarte del altar
se te iría la vida tratando de curar ciegos
y  corazones rotos.
De evangelizar vagos y perros callejeros,
y  no te quedaría tiempo de ser madre
de ningún niño Diós.

Si acaso de otro vago, otra adolescente embarazada
y cualquier  José  regresaría a casa ebrio de vino
a comulgar con tu cuerpo y si es preciso
obligarte a hostias.

¿A quién vas a rezarle tú, entonces?
¿A los santos que no te advirtieron que como ellos
eres polvo, eres la imaginaria fuga de otro,
sucursal amable de un sistema opresor?

Traidora, traicionada y olvidada
no te quedaría más que, anónima, morir entre nosotros
pero condenada a sobrellevar la vida sin morfina; sin ti.

Apocalipsis

Soltando la mano de los moribundos,
dejando milagros inconclusos y niños sin su guarda,
los ángeles huirán en parvada de la tierra,
igual que las ratas escapan del naufragio.

Algunos piensan en un suelo que se abre tragándoselo todo,
o en el recurso del meteorito o el diluvio.
Pero a Él no le interesan los clichés del cine y de la Biblia,
ni derrochar efectos especiales para una conciencia  en extinción.

La humanidad no es más que una larguísima fila de fichas blanquinegras,
producto del rato-eternidad de ocio de Dios.
Basta empujar ligeramente la primera…

Y, para que toda esperanza de supervivencia se evapore,
basta con darse cuenta que uno mismo, estando en el papel del increado,
no resistiría tal tentación .

Delicatessen

Del cuello, hasta el sexo
pulso y escalpelo recorren tu silencio.
Apalanco en mis manos tus costillas
hasta mostrarte como granada en primavera.
Mi saliva sedienta escurre hacia tu pecho
y se confunde con tu rojez aún cálida,
lo se, la siento; por poco se te escapó un latido
a mí apenas me traicionó un jadeo.
Pero con dedos firmes, casi tiernos
buceo en el laberinto húmedas maravillas
para encontrarme con un manjar tras otro:
desde el espasmo aterrado de tu vientre,
hasta el grito apresado en la garganta.
Y, para el final, (no podía ser de otra manera)
tu corazón marinado en vida con paciencia
hasta el punto perfecto,
en que lleva mi nombre.

Septiembre

Llegas con septiembre, crucificando las palomas
Camuflado de sólida casualidad,
Me recuerdas a ti de cualquier forma.
¡Por más que lluevas, me resisto a sentarme en tu ventana!
Por más que te disfraces, te guardes los años y el cabello,
Y te burles si me tropiezo con tu nombre.
Llevas tantos años regresando contra mi voluntad,
Que podrías pensarte invitado irremediable
Por mas que cambie la cerradura sus secretos.
Y sin embargo, tienes razón, te espero.

Galletas

Óyenos…
Sí, somos nosotras
¿reconoces el ruido de la envoltura
que pide que la rompas?
¿el murmullo de nuestras migajas
que te esperan?

El azúcar se ríe de tu coqueteo patético
Con  cigarro.
Las calorías te reclaman tu mala educación;
¿Por qué las haces esperar,
si bien sabemos que acabaras cayendo?

Tarde o temprano,
tal vez nosotras estemos menos frescas
Y tu mil veces más desesperada

Pero lo harás.

viernes, 26 de agosto de 2011

Qué ganas? (2007)

Que ganas de fugarme donde la luz no te proyecte sombra
De dejar de prepararle cafés a tu fantasma
Que no desiste de sus secuestros espontáneos

De no buscarle testamentos al asunto
Y dejar de pelearme con la almohada
Que insiste en quejarse de la lluvia

Que ganas de borrar las casualidades de tu nombre
De cada conversación, de cada libro
Y decretar que prohíban “esa” canción

De terminar de aventarle las ganas al perchero
Cada que me visto para acabar de desnudarme
Y reparar el espejo que nunca se termina de romper

¿Que ganas dejándome con ganas,
De convencerme a mi misma en las esquinas
Que no tienes pensado buscarme en otro cuento?

De enterrarme con las uñas en cualquier espalda
Sin que el corazón grite, a viva voz;
Que no es la tuya…


domingo, 21 de agosto de 2011

Quererte.

Quererte es un dolor  que llama a mi puerta cada día
un dolor que más que de corazón es de rodillas.
Es un hospital de horas desahuciadas
Es una luz que flota donde estuvieron antes tus pupilas
Es el último grito de una moda de la que no me escapo;
el “must” de la temporada de llovizna.
Quererte es arañar quedito la puerta en que te has ido
con una sonrisa tan sincera
como ese algo de mi que debo recoger del piso por pedazos.
Es el tatuaje que me marca y exilia
en mi tierra natal de complacencia.
Quererte es punto muerto con toda la fuerza del vuelo y la caída.
Es abrazarte para encontrar tan sólo mis costados
o una pregunta mintiéndose a sí misma.

jueves, 18 de agosto de 2011

Desmembrada

Todo cobró orden nuevamente al despertar. El mundo desconfigurado de mi sueño, lleno de pedazos abstractos de todo, de colores que no tenían que ver con su materia y formas que no integraban nada; Por allí flotaban las patas de una mesa, y los tonos azulados de un florero, sin estar el florero ni la mesa, ni un arriba o abajo, se reconfiguró rápidamente en una habitación normal con paredes y lámparas y zapatos regados en el piso. La mentada "Gestalt"...Nunca había reparado en su importancia; uno puede imaginar ser ciego o sordo, pero resulta irrisorio pensar que alguna vez confundiremos a nuestra mujer con un sombrero, o perderemos la nocion de "consa en sí", yo misma no lo hubiera meditado si durante esas horas de sueño desmembrado, no hubiera perdido la capacidad de decir: eso es una ventana, eso es un extinguidor, eso es un libro...Etc. Me fuí acostumbrando de nuevo al orden del mundo, y casi estaba yo por olvidar mi sueño cuando, al pasar por enfrente del espejo, aparecieron grotescamente acumuladas varias extremidades y partes de un rostro y un pijama que, aunque reconocí como propios, no eran yo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

La reina de Jerusalen y/o La dama y el León, agonía de un feminismo decadente.

!Otra colisión irreparable entre mis expectativas literarias y un par de Best Sellers!. Durante la pasada feria de saldos del Auditorio Nacional, conseguí un par de libros que me llamaron la atención por el título. Una voz de advertencia me previno que parecian, a pesar de presentarse cómo "novelas históricas", libros de lo más comercial. Sin embargo, la ignoré y salí de ahí con "La dama y el León" de Claudia Casanova, y "la reina de Jerusalen", de Eve Rudschies. A la tercera página de el primero, ya estaba yo convencida de la poca capacidad narrativa de la autora, sin embargo, no me gusta dejar a la mitad las cosas y me obligué a terminarlo, supliendo con mi propia imaginación entrometida la carencia descriptiva de la autora. Casí llegué a disfrutarlo antes de estrellarme con un final forzado, azaroso, y, más que predecible, demasiado falto de gracia literaria.  Al comenzar a leer "La reina de Jeina de jerusalen", tuve muchas veces la impresión de que estaba leyendo el mismo libro...ambos ubicados en la epoca medieval entre el año 1150 y 1200, ambos girando al rededor del destino de una adolecente que debe cargar con la responsabilidad de ser la única heredera y por tanto ha de casarse pronto...y ambas renegando de su destino. La única diferencia es que mientras en "La dama y el León" La protagonista, que es  una noble venida a menos, al final logra burlar las órdenes de su padre y quedarse con el eterno caballero, la princesa Melissendis de Jerusalén ha de renunciar al amor verdadero en favor de el bienestar del reino...o algo así, por que al final uno nunca termina de comprender muy bien la trama ni las motivaciones de los personajes.  Esto sin tomar en cuenta, que ambos libros estan  empapados de la ya muy de moda tendencia feminista de depositar el destino de un reino en una fémina donde se proyectan las virtudes físicas e intelectuales que desearían las autoras, que debe luchar contra un entorno machista, un padre tirano o un conde malvado que desea apoderarse de sus tierras, etc, y que en algún momento ha de disfrazarse de varón para conseguir su objetivo, por no decir otros muchos clichés propos del género. En suma, la herencia de un feminismo herido por su propia incapacidad de liberarse del complejo de víctima y que, a costa de especulaciones inverosímiles pretende verndernos una y otra vez la misma historía, la que desearían para si mismas, rebasando por mucho los límites (que no es que sean estrechos, es que al parecer la imaginación últimamente  viaja en un sólo sentido) que la historia impone a las libertades literiarias. Lo Rescatable de ambos, es que pintan un buen panorama de cómo era la situación del momento, en una época donde todo eran gerras, intrigas, cruzadas e intereses políticos encontrados. A pesar de que más de una vez la situación histórica fue deformada hasta embonar con una trama sin mucha imaginación, hay buena documentación de costumbres y situaciones en ambos. Sin embargo, para lo que aportan, me parece que se necesita invertir demasiado tiempo en su lectura. Eso sí, recomendadísimo para peseudointelectualoides feministas.

Sobre Best Sellers y el Último Unicornio...

Acabo de terminar de leer "El Psicoanalista", de John Katzenbach. Al tratarse de un Best Seller comercial, no tenía demasiadas expectativas, pero ni mucho menos me espera los evidentes baches literarios que el autor, evidentemente, no pudo parchar exitosamente. El persoje principal, no sólamente no tiene un perfil psicológico conngruente; tambien sus observaciones de carácter clínico son bastante azarosas. Esto, aunado a una trama que de principio se plantea muy bien pero que se resuelve con las patas, me dejó bastante decepcionada. En comparativa con otros Best Sellers como La saga de los hijos de la tierra, de Jean M. Auel, e incluso las obras de Dan Brown, que a pesar de los eternos defectos literarios, estilo "todos saben a lo mismo" y "eso es un error histórico garrafal!" mantienen  una trama medianamente congruente dentro de sus esquemas , en el "El psicoanalista", las omisiones y contradicciones, producto, quiero pensar, de aventurarse a escribir una novela cuyo esqueleto no estaba bien diseñado, fracturan una lectura que, presisamente por se un libro comercial, debiera ser bastante fluida.
Pero, no todo ha de ser crítica, si lo que buscan es un best Seller  (y no un Beast Seller, como diría mi amigo Juan de Lobos) que valga la pena, de lectura ligera, pero con una calidad estética y literaria intachable, aviéntense con "El último unicornio" de Peter Beagle; no, no es sólo para niños, por si alguien se confundió con el colorido unicornio en la portada. Es un libro hermoso tanto en lenguaje como en trama, sin rebuscado recovecos literarios donde perderse, pero con constantes y muy atinados comentarios metafóricos que reflejan inteligente y bellamente los diferentes niveles de la psique humana, y de la concepción de la magia y la fantasía. Imperdible, repetible, disfrutable de principio a fin. Es de esos libros que inevitablemente contendrán alguna frese que recordaremos para siempre, yo en especial me quedo con una de las últimas, que sin duda reconocerá quien ya haya leído el libro: "Y entonces Molly sonrió, y fue más hermosa que Lady Amalthea....".

martes, 16 de agosto de 2011

Sobredosis

                                   Guardate ogni speranza voi che entrate
                                                                                          D.A

Los guardias separan los eslabones de la entrada;
un mundo subterraneo se la traga.
No recuerda cual de los infiernos de Alighieri
pero esta segura que se parece a alguno.
Se iluminan por turno los rostros convulsivos/ excitados
de un rebaño sumergido en éter,
ella se moja los pies en su veneno
tomando parte de una moderna ceremonia
de ritmos y cánticos tribales
que culmina con  golpes de nieve en la nariz.
El nirvana atraviesa la barrera
permutando el líquido raquídeo en mensajero
ordena a las neuronas imiten súper novas;
sus ondas expansivas alcanzan los tambores
y se retraen formando agujeros negros en los ojos.
Alcanza la certeza de todo lo que existe
y pedirá otra dosis en cuanto la sienta olvidadiza,
no siente ganas de regresar a los mortales
a nadie le importa detenerla.
Se absorbe a si misma perdiéndose en el limbo
las sirenas comienzan a cantar,
las luces se vuelven mas intensas,
tiene la vaga sensación de una descarga...

                                                                        ...y luego, nada.

Muñecas

Debí haberte pedido que te fueras
que gastaras la vida recorriendo otra espalda
Y curtieras tu piel con otro aliento
Debí morderme un labio hasta sangrarlo
Para no gritarte que regresaras y me dejaras enjaularte
romper los cristales de azúcar en tus venas
y sustituir por sangre la magia de tu agenda
Huracanar los mares de tus ojos,
Hasta desencarnarlos.

Aquí,
el tiempo se infesta de llagas que me arden.
Son las miradas de mis otras muñecas
el recuerdo vidrioso de la súplica queda,
mientras les arrancaba el  pelo y el vestido
las uñas y las piernas.
Hasta no quedar nada.
Y esta niña mimada, con las manos vacías
atrajo más muñecas con su llanto
Mas lindas, mas amables
pero ninguna tuvo corazón,
y ninguna pudo salvarme ni salvarse.

Aun así conservé de todas un recuerdo;
las pestañas de esta, las enaguas de aquella
los listones de una,
las mejillas sonrojadas de muchas.
Y alguna sonrisa que resistiera la masacre.

Tú, descubriste los fragmentos ocultos
y los uniste a lágrima y saliva.
Eso que se formó tiene mi rostro
que se quedó indefenso entre tus manos.





México 2011

Los “spots” del gobierno
y las televisoras
Las pinzas para que no se caiga la sonrisa
que cuelga de la raya.

Asesinaron al hijo de un poeta
¡Que escándalo!
Todas las madres que cuecen frijoles
son poetas
y también acribillan a sus hijos.

Este rictus convulso, apanicado
es el de mi país que ya no llora,
que espera secuestrado,
apretando los ojos y los labios
una tortura nueva que le inventen
para sacarle no sé que verdad,
no se que fecha, que escondite del oro;
¡Carajo, pero si el oro se lo llevaron hace mucho!

Mientras dicen “No importa, mañana te soltamos”
“Aquí no pasa nada”,
¡Te digo que sonrías!
Que es hora de la foto y el discurso.

Uno, cada que puede
tragándose las lágrimas y el nudo
le avienta una sonrisa de anónima empatía,
una discreta palmadita en el hombro
o le seca la sangre de los ojos
con una bandera  sin escudo.

Más no podemos,
nos lo tienen prohibido
y ¡ay de aquel! que se atreva.

Los “spots” del gobierno
y las televisoras
Los centavos redondos
y los kilos de ayuda.

¿Me regala pa´ un taco?
Y su manita abierta
y la manota que le arrebata luego la moneda
y la moneda que nunca compró el taco.
y el taco que se olvidó con pegamento.

Se le puede enseñar a un perro a hacerse el muerto
a dar marometas y callarse,
pero no hay manera de enseñarle
a no ver ni escuchar.

Y luego las fosas del espanto,
las trincheras de nombres olvidados
donde aventamos flores y epitafios
Esperando ¡de verás! No tener que aventar
nunca un hermano, un hijo, o un amigo.

Los “spots” del gobierno
y las televisoras…

¿Y cuándo el espeso ruido de los muertos,
les llenará la boca de vergüenza?












Padre nuestro

                              (De tus hijos bastárdos)

Padre nuestro, que hace mucho que no sabemos donde estás,
santificado, politizado, prostituido y demagogizado sea tu nombre.
Vengan a nosotros las Visas y Green cards de tu reino.
Hágase tu voluntad, y la de los dictadores corruptos
y los delincuentes, todo a costa de la pasividad del pueblo,
así en el la tierra de mis zapatos agotados
como en el cielo de opulentas y altísimas mansiones.
Danos hoy otro camuflaje para el hambre y la pobreza:
¿Tienes el valor?” (sabemos que te vale) “¡Ponte la verde!”  (sobre la nota roja)
Refrescante de Sol  a sol” (lo que no se refresca es tu memoria).
 Perdona nuestra humildad sucia y  vergonzosa,
como nosotros les perdonamos los secuestros, las violaciones y los fraudes.
No nos dejes caer en los libros, la música y el arte,
para que no nos tienten a buscar la dignidad perdida
en las vísceras atascadas del gobierno.
Y sobre todo, líbranos del mal de abrir los ojos
y descubrir el verdadero infierno, que nos rodea.
Amen.

La Botarga

Ramiro era fiel ejemplo de la situación actual, cursó una carrera con especialidad, y  terminó trabajado de botarga de Mickey Mouse en un parque de diversiones. La verdad es que odiaba a los niños y cada foto que se tenía que tomar con ellos le purgaba. Casi siempre lloraba dentro del traje pensando que pudo haber tenido una historia distinta. Un día, fue tan grande su desprecio por su vida que la enorme máscara que usaba también dejo de sonreír con gesto idiota, evidentemente, lo despidieron.

Cuando llegó a su casa, decidió que comenzaría una nueva vida y pediría trabajo en la editorial, no tenía nada que perder. Comenzó a quitarse su traje, siempre costaba trabajo deshacerse del armatoste, pero esta vez fue mucho más difícil, al grado de que parecía pegado a sus costillas, jaló, una y otra vez, y no salía, comenzó a desgarrar la tela pero descubrió aterrado que dolía y sangraba como su propia piel, lleno de desesperación se tiró gritando al piso.

Desde el umbral, Minnie Mouse lloraba y le tapaba los ojos a un ratoncito asustado.

Bienvenidos

Bienvenido al Blog de Assul Bendeck.  Aquí puedes encontrar poesía, narativa y cuento de mi autoría.